5.2.16

Montcada i Reixac, capitol d'història

Després arribar a Montcada. Amagats a la banda esquerra del Besòs, els pagesos, quan la vida els deixa respirar, passen el riu i fan negocis al mercat que el segle dotze s’estableix al costat del Camí Real. I com que les coses arrelen, amb els dies aixequen cases i tallers i molins i hostals. En diran la pobla nova, del nucli habitat. Una església acabarà assentant la població el segle catorze, amb ferrers binance coin, corders, fusters, rajolers i tots els oficis.




El primer foraster que hi passa i ho diu és Hernando Colon, fill de l'almirall, el 1519. Barreiros dóna algun detall: “és un llogaret de 20 veïns, més o menys” (1542). Otthobon diu que és: “un lugar de 15 casas situado a la ladera de un monte. Encima de este monte hay un viejo castillo deshabitado” (1567). Zamora escriu: “me baxe a ver el pueblo de Montcada sin haver en el cosa digna de notarse pudiendo solo hazerlo conocido esta montaña, su situación sobre el camino real y la famosa mina que últimamente se ha hecho para sacar las aguas subterráneas del Besòs y introducirlas en la azequia real” (1787). A mitjan segle dinou escriuen que: “se compone de una hilera de casas construidas de vista al rio, sobre la carretera que dirije de Barcelona a Girona por Hostalric, con dos buenas posadas, parada de diligencias y algunas casas dispersas”.

Una imatge de guerra, del baró de Maldà: “Llàstima nos causà, al passar per la vora del lloc de Montcada, al veure a casi totes les cases cremades i fumant un poc lo campanar i paret de sa iglésia. Així també a l'altre costat, a la vora del Besòs i Ripollet abouttrading.pt/buy-binance-coin, en les muntanyes i plans en lo terreno dit Vallençana, veure a casi totes les cases cremades de les apartades, i sí també la iglésia i rectoria de Reixac, en aquell turó de muntanya” (1808). Aquell any el poble va rebre de valent, ho explica Galobardes, que ho va viure: “als francesos anaren fins a dalt del toró de la Mare de Deu de Montcada al qual en aquella ocasió hi havia una Yglesia, una casa, ab que y vivia un hermità ab muller y familia; totom fugí quedà un home adormit del somatens crech era de la part de Vic, y al mataren y an feran trosos cremaren la yglesia y damés casaria”.

El Camí Real ara és el carrer Major, memòria d’hostals i serveis pels vianants. En sortir, de seguida hi ha el riu Ripoll (Ripollet que diu un mapa antic), que s’ha de passar a gual. A l’altre banda i a tocar l’hostal de Fontfreda acollia vianants i després el camí seguia el Besòs sempre per la dreta i travessava a gual la riera Seca que un mapa antic en diu de Canalies http://abouttrading.pt/buy-binance-coin.

El mateix mapa, de mitjan segle divuit, assenyala la ruïna d’un hostal, i després s’ha de passar la riera de Caldes i el riu Tenes, a gual. De seguida l’hostal del Trenc, de gran tradició. I poc després l'hostal de la Grua i la capella del Sant Crist. Aquest establiments eren tant populars que en algun mapa de la zona en diuen los hostals. Hi ha qui comenta que: “Cerca de Montcada se pasa varias veces a vado un rio llamado Besòs, en el que desembocan los pequeños afluentes” (1567), notícia curiosa perquè sembla ben establert el camí pel marge dret. Un que hi passa el segle divuit explica que: “los transitantes se ven en la presisión de seguir un largo tramo de arenal que se ha hecho por las avenidas del río Besós y de otras rieras caudalosas, han dejado perdido enteramente el camino antiguo” (1779). De la consulta documental es dedueix que la llera del riu era sovint modificada pels temporals d’aigua, i com que el camí passava arran, es convertia en fang i calia fer equilibris. Zamora diu que: “Todo este camino aunqué de carros es muy malo” (1790).

De Montcada fins arribar a l'hostal del Trenc no queda ni un mil·límetre de l'antic Camí Real, carreteres, vies, i la canalització de riu l'han desfet. Després hi ha algun petit tram solitari, però la continuïtat la trobarem al carrer Sant Crist de la Grua, fet sobre la ruta històrica, que ens duu al nucli d'una població amb poca memòria de pedres.


Fragment del llibre El Camí Real de França


31.1.16

Barcelona, el temporal 'horrorosísimo' de l'any 1862

A Barcelona el dilluns dia 15 de setembre de l'any 1862 va caure tanta aigua que no ho havian vist: "los nacidos, ni sus padres, ni sus abuelos", però va ser un temporal general que va deixar Catalunya sota l'aigua: "El Besos desbordándose, salió de su cauce, é inundando todos los campos ha invadido la via de Mataró. El puente de este rio sufrió muchísimo, puesto que las aguas lo cubieron por algunas horas. Cerca de Masnou también el torrente de las Cañas ha invadido la via. Tocante á la via de Granollers, el Bogatell ha vuelto á destruir el terraplén. La riera de RipoIlet ha socabado alguna pila. El puente llamado de San Jaime en Breda destruido. La estación de Martorell, averiada de consideración: rails arrancados, terraplenos destrozados, etc. etc". (...) "cuéntase que en el vecino barrio de Hostafranchs y sus cercanías, fueron aun mayores los desastres. Varios carreteros seencontraron en gravisimos apuros, puesto que atascados en un principio sus carros y mulas y caballos, fueron luego varios de estos últimos arrastrados por las aguas, ahogándose de cuatro á seis. Los conductores pudieron salvarse". A Reus, uns dies abans, la tormenta: "causó un verdadero pánico entre los vecinos". Però a altres indrets d'Espanya també es va produir el mateix desori el dia 15. A Bilbao "ha diluviado" i el riu Nervión va sortir de mare. La provincia de Santander: "ha sufrido horrorosamente con los temporales que tantos destrozos han causado en otras provincias del Norte (...) las aguas habian inundado varios puntos de la capital, subiendo en algunos de ellos hasta seis pies. (...) El puente de Ranedo ha sido arrastrado por las aguas".





Barcelona inundada

Seguirem les cròniques dels que ho varen viure i patir.

"Son las doce de la mañana [del dia 15 de setembre] y vadeando con agua hasta la rodilla algunas de las calles menos inundadas de la capital, hemos podido Ilegar hasta la redaccion. El espectáculo que ha presentado Barcelona desde las nueve y media de la mañana, es horrorosísimo. No lo habían visto los nacidos, ni sus padres, ni sus abuelos, ni lo recuerda la historia de la ciudad condal. Estaba reservado para nosotros. (...)

Barcelona ha estado á punto de desaparecer del mapa: no exageramos. Entre el fango se esconden ya las fortunas de muchos industriales. A trazar, siquiera pálidamente, de tan inmensa catástrofe, la pequeña parte de que hemos sido testigos presenciales, no alcanza nuestro ánimo atribulado. Eran las diez y aumentó la lluvia copiosamente: desbordada la riera de Malla y cuantas á ella afluyen, pudieron arrojar sus aguas á Barcelona entrando por la Rambla. No era aquello un rio caudaloso, era un brazo de mar con toda la furia de sus encrespadas olas. Los sótanos viéronse instantáneamente invadidos; las tiendas luego, y hasta algunos pisos muy enseguida.

No citaremos esta ni la otra calle: desde la de Aviñó por la parte de la Rambla hasta las inmediatas á los ex fosos de la muralla de tierra, la mitad de la población, todas sufrieron lo mismo: caudalosos torrentes eran las mas. Basta decir que las avenidas arrastraban mesas, cajas, tablas, e infinidad de objetos. En la riera del Pino hemos visto a muchas personas salir nadando de sus casas, cuando el agua les llegaba al cuello. Los tablones y vigas que estaban en depósito en las afueras de la ex-puerta de Isabel II han desaparecido; yendo a parar arrastradas por el agua en mitad de nuestras calles: habíalas de las mayores en frente del Liceo. Aceras de asfalto en la Rambla de Estudios no han quedado: han ido a parar a trozos á distancias considerables. Carros tumbados, los vimos en medio de varias calles; habiendo sido trasportados por las corrientes á largas distancias.

Hora y medía después de haber cesado la lluvia, tenían las calles del Hospital, San Pablo y demás paralelas, una vara de agua. Como estarían las inmediatas, pueden figurárselo nuestros lectores. En las tiendas flotaban los objetos: puesto que hasta los estantes se vieron inundados. Algunos establecimientos vimos situados en las esquinas que recibían un río por una puerta, dándole salida por la otra. De las mesas de los puestos de venta de la Rambla, barracones etc. etc. etc., han desaparecido muchas. (...) En cuanto a desgracias personales, sabemos tan solo de dos hombres que sorprendidos en unos sótanos de  la plaza de San José, se han ahogado".



Lorenzo Pujol escriu: "Ayer ha sido un día de luto para Barcelona. La primera capital de España se ha visto inundada por torrentes de fangosa agua, cual si fuera un pobre y desvalido lugarejo que no tiene fuerzas para protegerse contra los aluviones del río que la inunda. (...) A consecuencia de la copiosa lluvia de esta pasada noche, la que parece haber sido bastante general, y del chaparrón de esta mañana, los torrentes de Malla y acequia Bogatell, se han roto en algunas partes, comenzando á inundar la ciudad. Al mismo tiempo fluian á ella, en numerosas vertientes, por las abiertas calles del ensanche, las citadas aguas, juntándose a las que venían  en diversas masas, por los caminos que van á las montañas; caminos que, en las grandes lluvias, se convierten en rios, cuyo desembocadero son las calles de la ciudad.

Desde la puerta de Sta. Madrona, calles de San Pablo, Hospital, Carmen, Rambla de Isabel II y adyacentes, plaza de Sta. Ana, calles Condal, Junqueras y demás, hasta terminar á la de Bora del Rech y al Born, se estendia el agua; répidas corrientes que, por minutos, crecían, arrastrando con sus fangosas olas las pitas y maderos de las montañas vecinas, inundando subterráneos, bajos recintos, y tiendas y almacenes; esparciendo dolor, desastres y terrores.

A la vez dos grandes corrientes, venian con furioso impetu, estendiéndose á lo largo de la acera de la casa de Correos, llegando hasta el parque de Ingenieros y Atarazanas. Volumioso caudal de aguas, después de haber arrastrado muchas mesas de frutas de la Rambla de San José, se precipitaba con inaudita furia en las vertientes que forma el crucero de calles de la Boqueria y Riera del Pino, por un lado, y del Hospital y San Pablo por el otro, y seguía inundando la calle de Fernando, Plaza Real y Escudillers. Era tan fuerte la corriente, que una muger que ha atravesado el espacio que media entre las dos aceras á la entrada de la calle del Hospital, ha sido vencida por la fuerza del agua, y hubiera perecido, sin el pronto socorro de unos jornaleros, que la han salvado, con una actividad digna de encomío.

Rota la acequia del Bogatell, inundaba todas las huertas del Fuerte Pio, y en furiosas oleadas se precipitaba por las calles de Tantarantana, Princesa y Bora del Rech, destruyendo en esta última última azúcares, drogas y otros efectos coloniales y del país, de crecido valor. Estos son los tristes hechos que han sucedido ayer causando grandísimas pérdidas, y de tanta importancia que constituyen para Barcelona un desastre".

Lorenzo Pujol explica que això es podria arreglar construïnt el "canal de Circunvalación" ja previst, per tal de desviar les rieres fora de nuclis habitats, però que la manca d'interès i recursos va aplaçant l'obra. 




La narració d'Andersen

Tenim la interessant narració que el conegut escriptor danès Hans Christian Andersen va fer d'aquest esdeveniment perquè havia acabat d'arribar a Barcelona i va patir el temporal:

"Un dels darrers dies que vaig passar a Barcelona va ploure intensament tota la nit, i el matí va succeir que havia d'anar a casa d'un banquer. L'aigua no s'havia escampat prou i la tenia sobre les meves botes d'aigua. Vaig arribar a casa completament xop, i mentre m'estava canviant la roba em varen informar que la inundació havia arribat a la Rambla, i que anava en augment. Hi havia crits i gent corrent apressada. Vaig veure des del nostre balcó munts de grava i runes situats davant dels hotels, i que a banda i banda dels passejos més elevats fluïa un corrent d'un color cafè groguenc, i que per la part pavimentada de la Rambla baixava amb brogit un corrent en augment. Vaig fer via. La pluja gairebé havia acabat, però els seus efectes desastrosos s'incrementaven. I vaig poder observar l'espectacle terrible i temible del poder de l'aigua.

Des dels turons la pluja caiguda s'havia convertit en aquests torrents, i el llagrimeig dels rierols de muntanya aviat havia inflat el riu que corre paral•lel a la carretera i el ferrocarril. En els primers moments la inundació no arribava al mar però la ràbia de l'aigua va forçar un passatge: s'abocava pel que abans havia estat el fossat de Barcelona, i que després han omplert amb escombraries i pedres per tal de construir-hi a sobre, ja que la ciutat havia de ser ampliada. Aquí l'eixida tampoc no donava l'abast i l'aigua amb empenta travessava per sobre, pujava i pujava i no l'aturava cap obstacles. El ferrocarril aviat va estar sota l'aigua i la carretera enterrada sota el diluvi aclaparador. Les tanques varen ser destruïdes, i els arbres i les plantes desarrelades per les aigües impetuoses, que es varen precipitar a través de la porta de la ciutat, escumejant com la bassa d'un molí, de color groc fosc per ambdós costats del passeig. La inundació se'n va endur barraques de fusta, mercaderies, barrils, carros, tot el que va trobar al seu camí. I suraven carabasses, taronges, taules i bancs. Fins i tot la ràpida corrent va portar a una distància considerable un vagó ple de porcellana i pisa. 

A les botigues l'aigua va pujar fins gairebé a la cintura de les persones. Gent amb força va col•locar cordes des de les botigues als arbres, en les parts més altes de la Rambla, per tal que les dones s'hi podessin agafar mentre que travessaven el torrent. Vaig veure una dona que se la va endur l'aigua, però dos joves varen córrer a salvar-la i la van portar de tornada a terra ferma en un estat d'insensibilitat. Hi va haver crits i laments, i escenes similars van tenir lloc en els estrets carrers adjacents. La inundació es va obrir camí, corrent per sobre de tot, sorgint en altes onades i inundant els pisos inferiors de les cases.

Es varen posar obstacles, es varen tancar les portes per tractar de mantenir fora l'aigua, però no sempre amb èxit. Es va treure una part de la pedra de sota el pont per aconseguir que així l'aigua trobés una sortida, amb pocs resultats, cosa que de fet es va convertir en la causa de grans mals. M'han explicat després que diverses persones se les va endu aquest remolí, i es varen perdre en les profunditats. Mai no havia vist el gran poder de l'aigua d'una manera tant clara i  paorosa, era realment terrible. No hi havia res per observar, només la gent fugint de la inundació que creixia, res a escoltar, només els gemecs i els laments. Els balcons i les teulades es van omplir d'éssers humans. Als carrers, els arbres i les casetes navegaven enllà. Els policies eren molt ocupats en tractar de mantenir l'ordre. Finalment la inundació semblava estar afluixant,i es va comentar que a l'església de la Rambla els sacerdots, amb l'aigua a la cintura, cantaven missa.

Al cap d'una hora, aproximadament, la fúria del torrent va afluixar i l'aigua va disminuir. La gent anava pels carrers laterals per veure les destroces. Els vaig seguir a través d'un fang espès de color groc, que era molt relliscós. L'aigua queia de les finestres i les portes, jo anava brut i feia una olor terrible. Per fi vaig arribar a la residència del Dr. Schierbeck que estava a certa distància: ell no tenia coneixement de la inundació que acabava de tenir lloc. Al llarg dels molts anys que feia que residia a Barcelona la pluja sovint havia provocat que els rierols de muntanya i el riu es desbordessin, però mai en la mesura del torrent impetuós que ara havia ocasionat tant de mal i tant desconsol. En haver de desfer el camí pels carrers, ens va fer fàstic el fang brut que l'aigua havia deixat, i que s'assemblava a les escombraries repugnants de les clavegueres. A la Rambla hi havien escampades cabines bolcades, taules, vehicles i carros. 

A la part exterior de la porta l'obra de destrucció era encara més notable. La carretera era tallada en molts llocs, les aigües passaven avall, i formaven cascada darrera cascada. Els carruatges amb gent del país eren parats en fila, i els passatgers obligats a sortir sí desitjaven entrar a la ciutat. Grans bigues de fusta d'un entramat de pati de veïns estaven escampades al voltant, com projectades per algun personatge danyós invisible, jugant a un joc d'atzar. Passant al llarg de les principals carreteres, grimpant pels arbres caiguts i altres impediments, vàrem poder arribar a l'estació de tren, que semblava l'habitatge d'uns castors, la meitat dins l'aigua i l'altra meitat a terra. Hi havia una mena de llac sota el sostre i per un bon tram l'aigua de color groc amagava les vies metàl•liques del ferrocarril. El nostre retorn va ser tan difícil com havia estat el nostre passeig des de la ciutat. Vam caure en forats i ens vàrem arrossegar sobre la terra mullada. Carreteres i camins eren tallats per nous corrents, vàrem haver de travessar el fang profund, i vàrem arribar a Barcelona ben esquitxats. Abans mai no havia tingut cap idea del poder d'una tal inundació".


***

El 25 de setembre de l'any 1962, cent anys i deu dies després d'aquest aiguat, els rius Llobregat y Besós varen destruir tot el que varen trobar i al llarg de dues hores varen provocar uns mil morts, milers de ferits i una destrucció extraordinària. 

Fonts: La Corona (13,15,16/9/1862). La Correspondencia de España (6,19/9/1862). El Lloyd Español (16/9/1862). Hans Christian Andersen. In Spain (London, 1864).

26.1.16

Dies de viatge per el Camí Real



El viatge de Barcelona a França durava diversos dies, i els que el fan s'aturen a dinar i a dormir en els hostals situats al llarg del trajecte. I no era a l'abast de tothom, ja que suposava una despesa considerable per aquests conceptes i també pels vehicles i animals de transport, els guies i, en temps de bandolers, els guardes de seguretat. Mules, cavalls i petits vehicles de càrrega, formaven la comitiva, i molts dels viatgers anaven acompanyats per diverses persones. En general la ruta es podia fer en tres o quatre dies quan tot ajudava, però si els rius baixaven plens calia esperar que l'aigua afluixés. Els ducs de Arcos fan el viatge en dos dies perquè devien anar amb cavalls i al trot, però això no és corrent.

L'any 1494 Hieronymus Münzer hi està tres dies, el primer surt de Perpinyà i dorm a Figueres, el segon dorm a Girona, i el tercer arriba a Barcelona. L'any 1511 Francesco Guicciardini hi està quatre dies, el primer surt de Perpinyà dina al Voló i dorm a Figueres, el segon dorm a Girona, el tercer dorm a Hostalric, el quart dorm a La Roca i el cinquè arriba a Barcelona.

L'any 1533 Claude de Bronseval hi està cinc dies, el primer surt de Barcelona i dorm a La Roca, el segon dorm a Sant Celoni, el tercer dina a l'hostal de la Tiona i dorm a Girona, el quart dina a Figueres i dorm a La Jonquera, i el cinquè arriba a Perpinyà. L'any 1567 Lunardo Otthobon hi està cinc dies, el primer surt de Perpinyà i dorm a La Jonquera, el segon dina a Bàscara i dorm a Girona, el tercer dorm a l'hostal de l'Arropit, el quart dina a Sant Celoni i dorm a La Roca, i el cinquè dina a Montcada i arriba a Barcelona.

L'any 1599 Thomas Platter hi està set dies, el primer surt de Perpinyà dina al Voló i dorm a La Jonquera, el segon dorm a Figueres, el tercer dina a Santa Llogaia i dorm a l'hostal d'Orriols, el quart dorm a Girona, el cinquè dorm a Les Mallorquines, el sisè dina a Sant Celoni i dorm a La Roca, i el setè dina a Montcada i arriba a Barcelona.

L'any 1612 un viatger del que no sabem el nom fa el viatge en quatre dies, el primer surt de Perpinyà dina al Voló i dorm a Figueres, el segon dina a Girona i dorm a Les Mallorquines, el tercer dina a La Batllòria i dorm a La Roca, i el quart arriba a Barcelona. L'any 1659 François Bertaut hi està sis dies, el primer surt de Barcelona i dorm a Llinars, el segon dina a Sant Celoni i dorm a Hostalric, el tercer dina a Les Mallorquines i dorm a Girona, el quart dina a Bàscara i dorm a Figueres, el cinquè dorm a La Jonquera i el sisè dorm a Perpinyà.
L'any 1686 Monsignior Nicolini hi està quatre dies, el primer surt del Voló i dorm a Figueres, el segon dina a Bàscara i dorm a Girona, el tercer dina a Les Mallorquines i dorm a Sant Celoni, i el quart dina a l'hostal de la Grua i arriba a Barcelona. Diego Alejandro de Gálvez l'any 1755 hi està quatre dies, el primer surt del Voló dina a La Jonquera i dorm a Figueres, el segon dina a l'hostal del coll d'Orriols i dorm a Girona, el tercer dina a Les Mallorquines i dorm a Sant Celoni i el quart dina a l'hostal del Racó i arriba a Barcelona.

L'any 1760 Joseph Baretti hi està tres dies, el primer surt de Barcelona i dorm a Llinars, el segon dina a Les Mallorquines i dorm a Pont Major i el tercer dorm al Pertús. L'any 1761 Clemente A. de Baena hi està tres dies, el primer surt de Barcelona i dorm a Llinars, el segon dina a Les Mallorquines i dorm a Pont Major, i el tercer dina a Figueres i dorm al Pertús. El 1772 els ducs de Arcos hi estan dos dies, el primer surten de Barcelona dinen a Sant Celoni i dormen a Girona, i el segon dinen a La Jonquera i dormen a Perpinyà.


Fragment del llibre El Camí Real de França



20.1.16

Història del Camí Real de França


descàrrega lliure

descàrrega lliure


Tanco els ulls i m'acosto a la solitud boscosa, forest tancada. Sorolls de la natura i seguint l’aigua, que també és perill. Espessa selva selvaggia que tots els que hi passen ho diuen. Enmig del paisatge ets la remor que avança i que espanta un pagès que s'amaga. Un foraster, o amic o la guerra. Terra revoltada de feudals que es barallen i al costat de la ruta real ningú hi planta casa, que el perill és gros. Moment d'espases i d'incertesa. Però un dia el pagès baixa de la muntanya, sembra a la plana, endreça la vinya, l'olivera, el blat. I tot torna a començar. Cases i ermites vora el camí, negoci amb els que viatgen a peu o a cavall. Trobaràs mercaders, artesans que treballen enginys amb les mans, pagesos ajupits al tros, traginers que de nit porten gel, ramats de xais, pelegrins, soldats a la guerra, gent de lluny, curiosos o enfeinats. Camins inestables, precària ruta real, tot deixat de la mà de Déu i sense ponts, que els que manen no hi pensen. Però de França i a França. 

L'objecte de l'estudi és donar a conèixer els relats dels viatgers que passen pel Camí Real i el que expliquen de les viles i els hostals que els acullen. Des dels anys d’anar a peu o a cavall al temps de les diligències. Dels camins maldestres a les rutes estables. Acaba el periple amb el ferrocarril, que l'any 1848 els de Mataró veuen arribar un dia de boira i fum. I amb la carretera sòlida feta poc després per anar a França. A final de segle dinou els camins precaris eren història.

7.1.16

Una casa de fantasia a Sant Feliu de Guixols


A la platja de Sant Pol a Sant Feliu de Guixols els anys vint del segle vint hi varen construir un edifici de fantasia, el  Xalet Montseny, propietat d'un contratista d'obres de Girona. Com un pegat enmig de la cala tothom s'acostava a veure aquella cosa estranya que les fotografies ensenyen.Els anys seixanta la varen enderrocar.



4.1.16

Tres maneres de passar el riu l'any 1704

Pas de barca, assegurat amb una corda
Pont de fusta
Pont sobre barques amb baluard de defensa, una manera de controlar el pas del riu


Font: Pasage de el Rey Nuestro Señor por Puente de Barcas, que se construyò sobre el Taxo parair desde la Provincia de la Beyra, a la de Alentejo, el dia 30 de Mayo de 1704. 



31.12.15

Bon Any a tots els amics

Hostal català cap el 1800
Desitjo Bon Any a tots els amics de laserraladalitoral.com i anuncio que ja està gairebé acabat el quart volum de la sèrie Per Camins Històrics, dedicat a estudiar el Camí Real de França, amb la traducció de les cròniques que ha escrit la gent que hi ha passat, algunes inèdites. Seran dos llibres amb un total d'unes 500 pàgines, que es podrà descarregar en format pdf, o consultar en diversos arxius i biblioteques.

El Camí Real als Pirineus cap el 1800




Galvez, de Barcelona a l'Aragó pel Camí Real, l'any 1755

Seguirem a l'erudit Diego Alejandro de Gálvez l'any 1755 en la seva ruta de sortida de Catalunya des de Barcelona, pel Camí Real.


Día 27 de octubre. Este día, después de comer, salimos para Martorell, distante de Barcelona 4 leguas de camino regular. A una legua se pasa por el lugar de Hospitalet, y a 3 pasamos en barca el río Llobregat. Es caudaloso y sus corrientes rapidísimas. El camino de esta tarde en tiempo seco es bueno. La villa de Martorell está situada entre la unión del río Noya al Llobregat. Sobre este río hay un puente muy alto con varios arcos. Él es muy antiguo y especial. Cuentan de la estructura de este puente varias cosas. Nómbranlo el Puente del Diablo. La villa es grande y muy poblada. Sólo tiene una parroquia de la diócesis de Barcelona y un convento de capuchinos. La posada es buena.

Día 28 de octubre. Habiendo oído misa en la parroquia, partimos de Martorell. A la salida pasamos por un puente de madera el río Noya. Todas las orillas de los dos ríos están pobladas de molinos de papel. Es mejor que el que se trae de Genova. De estas fábricas se provee Madrid y la mayor parte del reino. El camino de este día es montuoso y de un terreno muy desigual, pero admira el verlo todo cultivado, hasta el centro y quiebras de las mismas piedras. Laderas y faldas hay tan pendientes y escarpadas que, para ponerlas de vinería y darles el preciso cultivo, lo hacen estos naturales atándose con cuerdas para no despeñarse. Según lo que obsevé en los catalanes, si su aplicación lograse la extensión y bondad de terreno de las Andalucías, las tendrían hechas un jardín. Todo este día se camina dejando al Norte la altísima y escarpada montaña de Montserrat. A la falda opuesta está situado el célebre monasterio y santuario de Nª Sª. Al pie de la montaña está la grande villa de Esparraguera, en la que hay buenas fábricas de paños. 



El mediodía lo pasamos en el lugar de Piera, distante 3 largas leguas de Martorell. Es pueblo grande, con una bella parroquia, un convento pequeño de trinitarios calzados. La posada es muy buena.



A la tarde caminamos 3 leguas larguísimas, en las que se pasa varias veces el río Noya, y dormimos en Igualada. La grande villa de Igualada está situada sobre una colina, en llano, cerca del río Noya. Es de la viguería de Villafranca del Panadés360. Es pueblo antiguo y sus calles y casas son buenas. Habítanla más de 1.600 vecinos. Las casas capitulares son de pulidísima estructura. Las muchas fábricas tienen muy rica esta villa, pero las que más contribuyen a su opulencia son las de guantes y sombreros. Me aseguraron que en el año pasado de 1754 se extrajeron para vender fuera 22.000 sombreros de todas clases. Lo más estimado de esta villa son las armas de fuego que trabajan. Es lo más bien hecho de todo el principado de Cataluña. En lo espiritual es de la diócesis de Lérida. Su única parroquia es de las más bellas de Cataluña. Es de grande extensión y muy primorosa. Su altar mayor tiene un magnífico retablo de mármol blanco, y varios entretejidos de maderas doradas, con bellas estatuas en él y en la reja de la capilla mayor. Hállase, ya a los fines, una gran capilla para sagrario, toda ella va al mayor costo por las exquisitas piedras que la hermosean. Los conventos de esta villa son tres, todos de religiosos. En el de las Escuelas Pías se dan estudios de primeras letras. Como el B. José de Calasanz fue catalán y en esta provincia empezó su religión, que vulgarmente nombran escolapios, son muchas las casas y colegios que tienen en ella, con grande utilidad del país por el cuidado que ponen estos padres en la educación y crianza de los niños, a los que van a buscar en sus propias casas si es necesario. Hay también en Igualada un buen hospital. La posada de esta villa es muy buena, bien servida y limpia la ropa. El Exm° Sr. Marqués de la Mina cela mucho en todo el resorte de su jurisdicción el que las posadas estén decentes, limpias y bien servidas.

Día 29 de octubre. De Igualada salimos para Montmaneu, distante 4 leguas de terreno desigual, por ser montuoso y de mucha piedra suelta. Cuando transitó nuestra infanta sevillana para Turín se compusieron todos estos caminos, pero el haberse dispuesto a la ligera y no haberse después cuidado los ha puesto en peor estado. En tierras montuosas hacen considerables estragos las corrientes precipitadas, por lo que es necesario muchos puentes y calzadas para hacer transitables los caminos, y todo esto es muy costoso. El lugar de Montmaneu es infeliz, pero su posada admirable.



De este lugar partimos a hacer la noche a Cervera, distante dos leguas de buen camino. La muy noble y leal ciudad de Cervera, capital de la viguería de su nombre, se halla situada en lugar eminente, que domina unas espaciosas vegas, abundantísimas en trigo y demás granos, por la que corre el pequeño río Cervera. Es población bastante numerosa desde que el señor rey D. Felipe V, para premiar su gran fidelidad por no haberse sus vecinos mezclado en los levantamientos de Cataluña, la adornó de muchos y singulares privilegios, y trasladó a ella la Universidad de Lérida y Barcelona en el año de 1717. Se regula hoy su población por 1.000 familias. Sus calles son buenas y no le faltan casas de buen aspecto. El mejor edificio de esta ciudad es la Universidad. Es obra grande y magnífica, forma un perfecto cuadro con 4 torres. Aún no está conclusa la obra. Tiene 40 cátedras y el número de estudiantes es copioso. Hay en esta ciudad un grande y hermoso cuartel. Ella es en sí pobre, porque no tiene fábricas algunas y sólo subsiste con las labores del campo y lo que utiliza con la multitud de estudiantes. Si como han intentado remueven su Universidad, quedará reducida a gran pobreza. Una sola parroquia tiene, de la diócesis de Lérida. Siete conventos de religiosos, dos de religiosas, dos colegios y un buen hospital. Aunque digo ser de la diócesis de Lérida, dificultólo por la cercanía a Tarragona, de donde dista sólo 9 leguas. La posada, fuera de la muralla, es buena y bien servida.



Día 30 de octubre. De la ciudad de Cervera fuimos a hacer el mediodía a la villa de Tárrega, distante dos leguas de buen camino. La villa de Tarraga, o Tárrega, capital de la viguería de su nombre, es población muy antigua y siempre ha conservado el mismo nombre. Está fundada sobre una blanda altura, a cuya falda corre el pequeño río Cervera. Su campiña es deliciosa y abundantísima en trigo, aceite, vino y otros preciosos frutos. Está esta villa cercada de murallas y se ve adornada de buenas calles y casas, y grandes cuarteles. La posada es mala en alojamiento, pero dan buen trato en la comida. El pueblo es de lo mejor proveído de Cataluña y hay en él bastantes tiendas. En lo espiritual es del obispado de Solsona. Su iglesia parroquial es nueva, muy hermosa y de grande extensión. Me parece comprehenderá como 700 familias. Los conventos de religiosos son 4 y tiene hospital. Es reparo que hice en toda Cataluña los pocos conventos de religiosas que encontré en todos los pueblos, como puede notar el lector. De que inferí que las mujeres de este país son poco aplicadas a entrar en religión. 

Mollerussa

La tarde de este día 30 anduvimos 3 leguas de camino muy llano a dormir en la aldea de Mollerusa, cortísima población, pero con bella posada. Es de la diócesis de Solsona. Esta aldea se halla situada en medio de unas dilatadísimas vegas que nombran el Urgel, tierras abundantísimas en trigo, cuyas labores, si logran el beneficio de aguas, producen mucho, pero es contingente y la tierra es escasísima de aguas manantiales.



Día 31 de octubre. Partimos de esta aldea a hacer mediodía en Lérida, distante 4 leguas de buen camino. La antigua y fuerte ciudad de Lérida se halla situada sobre la orilla derecha del caudaloso río Segre, el mayor de Cataluña. Sobre él hay un grande y fuerte puente de piedra, y toda la dilatada vega por donde corre es alegrísima y muy frondosa, poblada de huertas, viñas y campiñas de labor. La ciudad parte está sobre una colina y el resto ocupa su falda y pies hasta la orilla del Segre. A excepción de la calle que mira al dicho río, todas las demás son callejas mal trazadas y angostas. Sin embargo tiene algunas casas buenas y sus vistas son deleitosas. Como el país sea abundantísimo en granos, aceite, vinos, carnes, caza y el río contribuya con regalados pescados, es muy abastecida esta ciudad en toda especie de bastimentos. El dicho río causa con frecuencia grandes estragos en lo bajo de la ciudad y su campiña, por sus furiosas y rápidas abatidas.(...)

Las fortificaciones de Lérida han sido respetables por su situación. Estas consisten en el castillo, que está edificado sobre una alta colina que domina la ciudad. Es muy grande y sus murallas son fortísimas. Tenía varias obras exteriores, pero desde las guerras de este siglo quedó desmantelado. Dentro de este castillo está la Sa Iglesia Catedral, obra magnífica y de gran suntuosidad y hermosura. Su torre es muy pulida y de singular estructura. Pero todo está sin uso, a excepción de las campanas, porque en el último sitio las bombas la dejaron ruinosa. En el mismo castillo dicen hay restos de un antiguo palacio de los reyes de Aragón. En las faldas de la colina del castillo estaba antes la ciudad, de lo que restan varios restos de su antigua muralla. Sobre otra elevación hay otro fuerte muy grande con el que estaba bien defendida la ciudad. Todas estas fortificaciones están inservibles y desamparadas. (...) La Universidad, de que se le privó para trasladarla a Cervera, era de las más antiguas de la Cristiandad, pues fue fundada en el año de 1300.

Esta tarde salimos para Fraga, distante 4 leguas de Lérida. Legua y media de esta ciudad está el lugar de Alcarrás, última de Cataluña. Media legua antes de Fraga se baja una penosa cuesta.